domingo, 15 de noviembre de 2009

"Mi confrontación con la docencia"

En mi perfil indicaba que “la educación la tengo en la sangre” debido a que mi padre era maestro de primaria. Siempre me decía que fuera maestra, pero le decía que lo mío eran las Ciencias de la Comunicación, asignatura que me encantó desde la preparatoria.

Me gradué de la Universidad Autónoma de Baja California e inmediatamente ingresé al Instituto de Cultura de Baja California (1993), dependencia de gobierno donde tuve la oportunidad de estar en contacto con las áreas de comunicación, desarrollo cultural y culturas populares. Ahí me desempeñé como jefa del Depto. de Vinculación Educativa relacionándome directamente con la Secretaría de Educación Pública porque realizábamos temporadas estatales de teatro, ópera, literatura, danza y pintura. Se trabajó directamente con CONACULTA. Entonces supe que podíamos educar a través de la cultura, cómo niños de educación especial respondían a las obras de teatro o la ópera, cómo a través de la pintura niños invidentes y con capacidades diferentes aprendían técnicas y ganaban concursos estatales.

Simplemente quedé fascinada. Impartí cursos de artes a los jóvenes de primaria y secundaria en la ferias del libros, en el programa “Cinito con Palomas”, en los cursos de verano a nivel estatal, en donde se fundía educación y cultura, necesidad de conocer y disfrute.

Posteriormente tuve la oportunidad de impartir clases en el Colegio de Bachilleres de Baja California (2003), en un programa piloto denominado Centro de Educación Media Superior a distancia (CEMSAD) para trabajadores en Mexicali.

Me interesó por la modalidad semiescolarizada que ofrecía este programa, los horarios y la ubicación. Actualmente tiene 6 años y sigue creciendo, no me arrepiento, sigo enamorada del programa, quizá porque soy maestra fundadora y contemplo los frutos que se han logrado.

Ser maestra es una gran responsabilidad, que requiere ser por vocación y no únicamente como una forma de percibir un ingreso; debes saber el papel que juegas en la vida de un estudiante, que dependerá del maestro que odie o se enamore de tal asignatura.

En CEMSAD no somos maestros sino asesores, facilitadores para que el estudiante de 20 años en adelante pueda concluir su bachillerato, ya sea porque desea continuar con sus estudios superiores o como requisito obligatorio en su trabajo.

Me siento satisfecha con los resultados que yo junto con mis compañeros de trabajo del CEMSAD hemos logrado. Nuestros ex alumnos regresan siempre agradeciendo que les enseñáramos cómo elaborar un ensayo, cómo corregimos la ortografía, cómo mejoraron sus escritos laborales, cómo sirvieron las dinámicas en Comunicación o reflexión de un problema filosófico; que te digan maestra ¿dónde puedo conseguir ese libro?

Me llama la atención que “se corre la voz” entre los alumnos de que en 4to. semestre realizan una obra de teatro, los veo entusiasmados y me han sorprendido sus resultados, para mí eso es motivo de satisfacción.

De igual manera, desempeñarme como maestra siempre ha significado un reto porque los estudiantes son diferentes, no hay una receta única, debemos conocer las características de nuestros grupos antes de impartir clases.

También trabajo en una preparatoria particular, donde las características de los educandos son completamente distintas. No todo es miel en la docencia, hay situaciones incómodas que el docente debe afrontar como la conducta de los jóvenes, los problemas familiares que limitan al estudiante trabajador y algunas prestaciones que no tenemos aún, pero que poco a poco se van ganando.

Otro motivo es el tiempo, en CEMSAD siempre estamos fijándonos en el tiempo, si hay un impertinente o suspensión, nos vemos afectados, puesto que las clases son únicamente los fines de semana.

Son pocos los pero y muchos los motivos por los cuales me encanta mi trabajo, me gusta aprender y que el alumno sepa que él puede prosperar a pesar de la edad que tenga y de sus problemas familiares o laborales.

Finalmente, puedo decir que me falta mucho por aprender, pero de igual manera estoy muy contenta con mi trabajo, espero seguir actualizándome y seguir combinando las Bellas Artes, la Educación y la Comunicación.

"Mi aventura de ser maestro"


Si los docentes buscan una lectura que los haga reflexionar sobre su experiencia en la enseñanza, recordar cómo se iniciaron o qué problemáticas se han enfrentado, y preguntarse ¿a qué tipo de asesor pertenezco? Entonces les recomiendo el texto “La aventura de ser maestro”, del pedagogo español José Manuel Esteve.

Como bien inició su escrito, la educación es una actividad ambivalente que tiene grandes satisfacciones, pero a la vez, grandes retos y problemáticas sociales que debemos saber cómo resolverlas.

Realmente fue una aventura porque me acordé de todo tipo de anécdotas: el nerviosismo de la primera clase, haciéndome preguntas: ¿Cómo se comportarán mis alumnos? ¿Y si no quieren participar? ¿Cómo le haré para que mi clase sea divertida? Me hizo meditar sobre mi comportamiento en clases, de autoevaluarme si soy un maestro de humanidad y mi compromiso con los alumnos.

Otro punto esencial es el ambiente escolar que incide en el salón de clases ¿Qué hacemos para que nuestros alumnos no se sientan como soldaditos? Que comprendan que la clase no es una cárcel sino un lugar que le proporcionará la educación que marcará su vida académica, en el que exista un clima emocional aceptable, en el que el alumno se sienta con la confianza de preguntar, de participar y dialogar sobre la materia y problemas en torno a ella.

Me gustó que sugiriera a los maestros que empleemos la filosofía con nuestros estudiantes para hacer de ellos ciudadanos críticos, propositivos y responsables. También sembró la semilla de la duda o de la inquietud por saber más y por estar consciente que necesito más herramientas para mejorar mi labor docente.

El maestro que no le interesa renovarse, pedagógicamente hablando, no es responsable del papel que tiene frente a los alumnos, quizá no mantendrá interesados a sus alumnos o no podrá responder a sus cuestionamientos; ni siquiera elaborar estrategias educativas de acuerdo al entorno de los adolescentes.

¿Y tú eres un maestro de humanidad? ¿Te apasiona tu trabajo?

"Los saberes de mis estudiantes"

Por Victoria Rosas Juárez

Sin duda, las tecnologías de la información y comunicación han venido a revolucionar las relaciones entre los humanos, en especial, quisiera hablarles del internet, esa telaraña gigantesca que nos ha permitido facilitar varios procesos en todos las áreas, en el aspecto laboral, escolar y familiar; en lo social, comercial, cultural, económico y político.

Se habla de comunidades hacker o “cibercomunidades” de todas las edades, sus miembros están atentos a las ventajas que ofrece este medio masivo de comunicación. Para nosotros los docentes, es muy importante conocer qué información o intereses tienen nuestros alumnos en la red, para hacer de este medio una poderosa herramienta educativa.

De acuerdo al diagnóstico que aplicamos a nuestros estudiantes pudimos rescatar los usos más frecuentes de internet:

Como depósito o reservorio de información.
@ Los alumnos bajan información para hacer sus tareas escolares, la gran mayoría emplea los
servidores como Google, MSM Search, Altavista, Yahoo.
@ Recurren a Wikipedia, Encarta en línea, El Rincón del Vago y El prisma como sitios
preferidos, entre otros.
@ Bajan programas como antivirus (www.portal programas.com).
@ Bajan juegos (
http://www.softonic.com/)
@ También adquieren música gratuitamente, entre los portales mencionaron Intitle index.com y
beemp3.com
@ Para obtener libros accesan a
http://www.elaleph.com/

Como espacio social:
· Emplean el correo electrónico y el chat, ambos espacios sirven para platicar con sus familiares
y amigos, o bien, para solicitar trabajos escolares a sus compañeros de clase.
Algunos maestros les piden a sus alumnos que les envíen los trabajos a sus correos.
· Como medio para la mercadotecnia.
· Para enterarse de las noticias
· Como medio de esparcimiento (juegos).
· Comparten sus fotografías, música, videos, blogs y comentarios a través de las redes sociales
como My Space, Sónico, Hi5, Face book, You tube, Metroflog, Blogger, Blogspot y Fotolog, entre
los principales.

¿Cómo podemos aprovechar esta información? Elaborando estrategias educativas que nos permitan desarrollar temas más atractivos (visualmente) para el alumno, empleando el internet para lograr un aprendizaje significativo, interactivo, práctico, favorecedor del diálogo; por ello entre mis alumnos y yo construiremos una Web Quest, que servirá como un medio de expresión escolar donde el estudiante sabrá el tema, las tareas, el proceso, qué recursos empleará, cómo se le evaluará (rúbrica), y se le proporcionará una guía didáctica en el que se mencionarán páginas electrónicas recomendadas por el maestro, para que le sirva como brújula dentro del mar de información que ofrece la web.

Con esta nueva modalidad, mis alumnos no sólo investigarán, sino analizarán la información, la compararán, criticarán, propondrán soluciones e intercambiarán comentarios entre sus compañeros de clase y el maestro. El alumno podrá organizarse incluso cuando sea en equipo y sabrá cómo se le evaluará, siendo una opción educativa más flexible.

¿Quién enseña a quién? En esta Era de la información, ya no existe el maestro enciclopedista, el que lo sabe todo, ahora el alumno puede sugerir direcciones en la web, porque quizá ya navegó y se le hizo interesante cierto material. Nuestros estudiantes parecen que tienen un chip integrado, porque saben de programas o herramientas que el maestro desconoce. El alumno “está pegado prácticamente” a la computadora la mayor parte del tiempo; sin embargo, no tiene la experiencia del docente, éste puede orientarle o asesorarle con sitios donde pueda consultar datos verídicos, confiables e interesantes, donde encontrará respuesta a las interrogantes que indique el maestro en el trabajo solicitado. Son otros tiempos, otras tecnologías, ahora estamos con una educación donde el conocimiento es compartido, los alumnos aprenden de los mismos alumnos porque intercambian opiniones y experiencias; de los maestros, su orientación para resolver problemas de su entorno, haciéndolos competentes, propositivos y a ser responsables de su propia enseñanza; y los docentes aprendemos de los estudiantes las formas creativas de presentar sus proyectos basados en algunos sitios de internet.

Como podemos apreciar, el ciberespacio es una herramienta muy productiva si la usamos adecuadamente, los docentes la aprovecharemos para hacer de nuestras clases las mejores, las más interesantes e interactivas posibles.